El Indec confimó ayer la sospecha. El empleo está estancado porque el trabajo registrado no se expande lo suficiente -y si lo hace es gracias sólo al avance del cuentapropismo-, mientras que el mercado laboral informal expulsa a más trabajadores de los que suma.

Esta fue, por lo menos, la pintura que dejó el primer trimestre del año, según el renovado informe «Cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra» difundido ayer por la Dirección de Cuentas Nacionales del organismo estadístico. En él se afirmó que la cantidad de puestos de trabajo fueron 19.846.000 en los primeros tres meses del año, lo que implicó un crecimiento contra el mismo lapso del año pasado de un 0,3%. Este dato es una muestra del estancamiento existente en el mercado laboral.¿La buena noticia? No hay pérdida neta en cantidades de puestos como sí la hubo en el primer semestre de 2016.

A diferencia de los números que procesó el Ministerio de Trabajo, derivados de la cantidad de trabajadores con base registral en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el informe del Indec difundió ayer datos sobre puestos de trabajo -también del SIPA-, lo que suma al llamado «pluriempleo» (un trabajador que tiene más de un puesto de trabajo). Pero la novedad del informe del organismo que conduce Jorge Todesca fue que logró cruzar en un mismo documento información sobre empleo registrado -público y privado- con resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la única fuente de información para determinar qué ocurre en el mercado laboral informal, que engloba a más de un 30% de los trabajadores asalariados y a cerca de un 50% si se suma a los cuentapropistas, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Según el Indec, los puestos de trabajo asalariado fueron en el primer trimestre del año 15.053.000, lo que significó una exigua alza de 0,1% con relación con el mismo período del año pasado. Por otro lado, los puestos de trabajo asalariado no registrado sumaron 4.488.000 y mostraron una variación en los primeros tres meses del año de -0,4 por ciento. Esto quiere decir que en un año se perdieron 18.000 puestos en el sector informal.

Por otro lado, según el documento del área coordinada por Marisa Wierny, los puestos de trabajo no asalariados (cuentapropistas) mostraron la suba más importante del período analizado. En un año, esa modalidad de trabajo se incrementó 1 por ciento. Varias veces, tras la publicación de los datos del SIPA que mostraban esta tendencia, el Ministerio de Trabajo se encargó de repetir las causas de este fenómeno: la mayor cantidad de monotributistas tiene que ver con la ampliación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) a este segmento de los trabajadores, la actualización de las escalas -que produjo un salto de los autónomos hacia el monotributismo- y las tendencias mundiales, que también aparecen en la Argentina, de cada vez mayor independencia en el mercado laboral. Para los especialistas del Ministerio de Trabajo no existe en estos números indicios de una precarización del trabajo asalariado o de relaciones de dependencia encubiertas o fraudulentas.

Según confirmaron a este medio en Indec y en Trabajo, los datos de cantidad de empresas (que antes ofrecía este informe del instituto) serán procesados por Trabajo.

Justamente, el miércoles próximo esa cartera difundirá los datos de la situación de los trabajadores totales y privados de mayo, según el SIPA y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de junio. En los últimos datos, difundidos (ya del segundo trimestre) la cantidad de trabajadores sigue sin un impulso relevante y se mantiene en terreno positivo gracias a la mano del Estado, principal motorizador de la obra pública y, por ende, del sector de la construcción. En tanto, como indicio positivo, los últimos informes del SIPA en Trabajo señalaron un piso para la baja del empleo en la industria, pese a que interanualmente sigue siendo, por lejos, el sector más dañado, con aproximadamente 35.000 empleados menos.

Fuente: LaNacion.com